La vuelta a la rutina después de un periodo de descanso suele hacerse dura para muchas personas. Atrás quedaron las largas comidas con nuestros amigos y amigas, las siestas interminables, despertarnos sin reloj y sin las carreras matutinas para preparar todo lo necesario para llegar al colegio. Acostumbrarnos a vivir sin horarios y haciendo lo que nos apetece es fácil, mucho más que volver a retomar las obligaciones, por lo que la vuelta nos puede generar sentimientos como enfado, tristeza o pereza.
Algunas personas hablan hasta de un supuesto síndrome postvacacional, para hablar de un proceso que sucede tras un periodo de descanso y que va acompañado de sentimientos como tristeza, apatía, ansiedad, falta de motivación y energía o hastío.
Este peculiar verano que hemos vivido nos ha obligado a ser flexibles y reconducir muchos de los planes que teníamos, y aunque quizás no hayamos podido hacer todo lo que queríamos la vuelta a la normalidad está ahí, o mejor dicho, a la “nueva normalidad”. Empezamos este septiembre con incertidumbre de cómo cambiará la vida en las aulas, si el curso escolar podrá comenzar como todos los años, si el teletrabajo se mantendrá o si poco a poco recuperaremos la presencialidad en los puestos de trabajo.
Para llevar mejor la vuelta de las vacaciones desde Nara psicología queremos darte estos consejos:
- Restablecer horarios y rutinas poco a poco: después de la libertad que experimentamos en vacaciones retomar todas las rutinas a la vez puede generar sentimientos de ansiedad y frustración, por lo que ir haciéndolo de una manera progresiva hará que se nos haga menos duro y poco a poco nos vayamos adaptando. Es una buena idea, por ejemplo, venir uno o dos días antes del día de la reincorporación al trabajo o al colegio para que nos dé tiempo de adaptarnos a la casa y preparar todo lo necesario sin prisas.
- Aplica la corresponsabilidad: como dice el dicho “Divide y vencerás”. La vuelta a las tareas y las responsabilidades será menos dura si trabajamos en equipo y no dejamos que todas ellas recaigan sobre una sola persona.
- Aprovecha para plantear cambios : el parón en vacaciones nos hace disponer de todo nuestro tiempo para realizar las actividades que nos gustan, algo que raramente ocurre durante el resto del año. La vuelta puede ser un buen momento para analizar cómo estamos planificando nuestra vida y pensar si hay algo que podamos cambiar y que mejore nuestro día a día.
- Visualiza las cosas positivas que tiene volver: aunque nos da pena que las vacaciones se acaben y la pereza puede aparecer al retomar la rutina, volver también tiene cosas positivas como por ejemplo, reencontrarse con tus compañeros y compañeras de trabajo o comenzar de nuevo ese curso en el que tanto aprendemos y disfrutamos.
- Incluye planes de ocio a corto y medio plazo: no nos olvidemos que aunque con septiembre llegan las responsabilidades, es importante dejar lugar para el ocio. Por eso, planificar pequeños planes en la ciudad o escapadas de fin de semana nos ayudará a desconectar y a coger fuerzas para la semana.
Isabel Trasobares
