Dado que el lenguaje, sobre todo en las personitas más pequeñas, puede no estar todo lo desarrollado como en la adultez, la forma de acceder al mundo interno y así conocer que está causando problemas es a través del juego, el dibujo, los role-play o escenificaciones.

Con ello conseguiremos también que la hora de sesión se viva de forma lúdica, creando un espacio de aceptación y seguridad donde ir generando estrategias, habilidades o formas de sentir que les permitan afrontar situaciones difíciles actuales o futuras.

Sin olvidar a padres, madres y familiares que también van a jugar un papel importante en este proceso. Siempre pediremos que durante los 10 primeros minutos pasen también padres, madres y/o familiares para que la familia cuente que ha sucedido entre sesiones.

También periódicamente tendremos sesiones solo con padres y madres para hacer devoluciones de lo que va sucediendo, apareciendo o cambiando en relación a sus hijos e hijas.