Mitos sobre la Bisexualidad

Este 23 de septiembre se celebra el día internacional de la Bisexualidad, y desde Nara Psicología consideramos conveniente recordar los motivos por los que resulta necesaria esta conmemoración.

El año pasado se cumplió el vigésimo aniversario de esta festividad, pues hace ya 21 años que tres activistas de los derechos bisexuales de EEUU (Wendy Curry, Michael Paige y Gigi Raven Wilbur) lo comenzaron.

Se trata de una fecha para reflexionar sobre cuál es la realidad actual que vive esta sigla del colectivo LGTBIAQ+ y, especialmente, este año de “las mujeres LBT” como proclama del Orgullo 2020.

Dentro de esta realidad existen algunos mitos que debemos seguir revisándonos pues, aunque algunos sean producto de nuestro desconocimiento sobre el tema, lamentablemente siguen alimentando la bifobia (término utilizado para describir el miedo, la aversión o la discriminación contra la bisexualidad, contra las personas LGBT bisexuales, o que se perciben a sí mismas como bisexuales) y el estigma que sufre el colectivo con esta orientación afectivo sexual:

  • “Las personas bisexuales son unas viciosas”.

Existe la creencia de que dentro de este colectivo reinase el libre albedrío guiado por seres humanos con una libido portentosamente mayor que la de la mayoría de mortales.  ¿Quién no ha escuchado la expresión “a esos/esas les va el vicio; les gusta tanto la carne como el pescado”? En realidad, la bisexualidad no se experimenta acompañada por un aumento de libido. Se puede ser bisexual sin participar en prácticas sexuales.

  • “La bisexualidad no existe: o eres heterosexual o eres homosexual”.

Dentro del colectivo LGTBIAQ+ esta frase ha hecho mucho daño a la letra B. La bisexualidad es un modelo que confronta con los dualismos de sexo/género y esto genera mucho miedo a la sociedad en general. Si podemos sentir deseo/atracción/afectividad por una persona indistintamente de su sexo/género: ¿cómo se reconfiguran las reglas del juego? La socialización que recibimos sobre el amor romántico se basa en la construcción de un binarismo. ¿Qué sucede cuando eliminamos esas líneas que separan de “quién te puedes enamorar o sentir atraída/o y de quién no”?

  • “La bisexualidad no es algo natural”.

Sin embargo, encontramos fenómenos en la naturaleza que legitiman esta “naturalidad”:

La bisexualidad se da en otras especies animales como las gaviotas, las orcas, las jirafas y… sorpresa, también en el león africano! 

  • “La bisexualidad es una fase”.

Algunas disciplinas de la rama social sostienen que la bisexualidad se trata tan sólo de una fase que sufren algunas personas, no perdurable en el tiempo.  Incluso determinados sectores del psicoanálisis consideran la bisexualidad como un trance que experimenta el sujeto en la búsqueda de su orientación sexual, generalmente en la adolescencia de algunas mujeres. Sin embargo, aunque la bisexualidad se puede experimentar en mayor o menor medida y de manera muy diferente según cada cual, no existe ninguna demostración concluyente de que se trate de una “etapa” del ciclo vital.

  • “Las personas bisexuales sólo sienten afecto o atracción sexual hacia personas leídas como mujeres u hombres”.

La bisexualidad comprende la orientación afectivo-sexual hacia cualquier persona, indistintamente del sexo/género de ésta. Esto incluiría a personas no cisnormativas (cis= que se identifican con el sexo asignado al nacer) como a las personas trans, no binarias, bigénero, etc.

  • “Cuando una persona bisexual entabla una relación con una persona del “sexo opuesto” deja de ser bisexual”.

Esta frase nos devuelve un reflejo de la presión social que sufre la B en nuestra cultura heteronormativa. “Si volvemos a la linde, dejamos de actuar de manera perversa contra el sistema”. La bisexualidad puede variar en el tiempo, con la edad, etc… pero no es algo que debamos definir exclusivamente por quién nos acompañe en un momento dado.

  • “Sólo podemos denominar bisexuales a las personas que han tenido experiencias bisexuales”.

Existe mucha gente que posee un imaginario bisexual riquísimo pero que no ha tenido ninguna experiencia bisexual de manera “íntima”. Si asumiéramos esta creencia estaríamos reduciendo la B sólo a una práctica sexual, olvidándonos de la orientación, el deseo, el enamoramiento…

  • “Existen personas poco exitosas como heterosexuales/homosexuales que deciden hacerse bisexuales para aumentar sus posibilidades de satisfacción íntima/personal”.

Aunque una persona puede tener prácticas bisexuales forzadas por una situación concreta (periodos de aislamiento, penitenciarías…), no es algo habitual que alguien, con libertad para sentir deseo/atracción/enamoramiento se obligue a sí mismo/a a buscar un compañero/a en ambos sexos para aumentar sus probabilidades de tener un contacto sexual. De nuevo, el sexocentrismo. Volvemos a reducir la bisexualidad a determinadas prácticas sexuales, y no a una orientación afectivo-sexual.

  • “La bisexualidad es otra moda más”.

Este mito asume que el contexto sociocultural influye en la orientación sexoafectiva de la gente (esto puede ser cierto) y que la orientación afectivosexual puede variar en función de una tendencia. Sin embargo, existen datos de bisexualidad desde la Grecia Antigua… ¿moda o invisibilidad?

  • “Sólo existe la bisexualidad en las mujeres”.

La fantasía del unicornio: así es cómo se describen muchas mujeres bisexuales cuando hablan de cómo son percibidas por la sociedad. La industria del porno ha promovido que observemos a las mujeres bisexuales desde un modelo androcéntrico cuya sexualidad se basa en satisfacer los deseos masculinos. Sin embargo, un hombre bisexual puede perder parte de su “atractivo” tanto para otras personas leídas como hombres, como para personas leídas como mujeres. Si nos interesase desmontar este mito, debiéramos echarle un ojo a los modelos de género en los que hemos sido socializados/as y pensar si éstos no pueden estar influyendo en la mayor o menos visibilidad de los hombres bisexuales.

  • “Sólo hay una manera de ser/vivir la bisexualidad”.

Creemos que la mejor manera de aclarar este mito es haciendo uso de un párrafo redactado con suma claridad por FELGTB ( Federación estatal de Lesbianas, Gays, Trans y Bisexuales) : 

La bisexualidad es la orientación sexual de quienes sienten atracción sexual, emocional y/o romántica hacia personas

de más de un género y/o sexo,

no necesariamente al mismo tiempo,

de la misma manera,

al mismo nivel

con la misma intensidad. (FELGTB).

Seguiremos reflexionando sobre temas de sexualidad en próximos artículos.

El amor es amor, y es tan grande que no debiera caber en un armario”.

Anónimo.

Camino Baró San Frutos.

Col. M-31096

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