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¿Cómo tener una cena tranquila estas Navidades?

Las cenas y los encuentros familiares están a la vuelta de la esquina en estas fechas. Aunque para cada cual pueden suponer cosas muy distintas y celebrarse de varias formas, puede que la cena del día 24 sea un momento particular en algunos casos.

Aquí van algunas ideas y consejos que buscan poder disfrutar este momento de encuentro:

  1. Colabora: La cena no aparece por arte de magia en la mesa. Detrás hay mucho cariño y esfuerzo entre los fuegos de la cocina. Es posible que cuando llegues ya esté todo, o casi todo preparado. Enhorabuena, puedes sumarte a esos cuidados que tienen que ver con traer esas cosas que se olvidan en la cocina, llevar platos sucios, estar pendiente de que no falte nada, que todo el mundo esté bien, etc. Si habitas un cuerpo de hombre, presta especial atención a éste punto.
  1. Agradece: En la línea de la idea anterior. El trabajo invisible y no remunerado pasa desapercibido. Haz que no sea así. Interésate por la receta, resalta algún punto fuerte, reconoce la originalidad de una idea, etc.
  1. Conversa: Las comidas y cenas tienen un fuerte componente social. Son el telón de fondo de una conversación entre personas. En este sentido, existen directrices generales de temas que suelen resultar tensos como por ejemplo: la política, el fútbol, la religión y la sexualidad. Ésto no quiere decir que sean tabú y que esté prohibido mencionarlos, pero sí nos indica que van acompañados de un fuerte componente emocional: Las conversaciones rápidamente se toman a pecho y se convierten en discusiones. Si en algún momento de la velada te encuentras en este terreno, recuerda: es muy difícil convencer a alguien en este contexto. Al contrario, sin darnos cuenta comienza una pugna por el poder o el monopolio de la mesa. Entra por tu cuenta y riesgo.
  1. Pregunta: Interésate por los demás, por cómo están últimamente, qué cosas buenas les han ocurrido, qué dificultades han podido superar… Ahora bien, no hagas de esas preguntas un arma: “Se te va a pasar el arroz”, “¿todavía no tienes pareja?”, ¿te suena?. Si eres tú quien recibe este tipo de preguntas que te incomodan es entendible que expreses lo mal que te sienta. No obstante, es el mejor momento para practicar la asertividad y no permitir que provoque una escalada de conflicto. 
  1. Integra: A veces las personas mayores, aquellas que son algo más tímidas, o los y las peques de la casa tienden a quedarse fuera de las conversaciones. Es importante que la mesa se corresponsabilice y trate de adaptarse a cada ritmo. En el caso particular de la infancia, es importante dedicarles tiempo y espacio, sin que implique dárselo todo: preguntarles qué tal en el colegio, qué actividades hacen, cuál es el último cromo de pokémon que han conseguido, etc.
  1. El móvil puede esperar: No hay un artículo sobre consejos en la mesa sin éste punto, así que ya sabes. El modo avión hará que la conversación vuele.

 

Jacobo Blanco
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