
Nivel 3 ICV – INTEGRACION DEL CICLO VITAL
El pasado fin de semana (23 y 24 de septiembre)) se llevo a cabo el nivel 3 del ICV – Formación presencial Integración del ciclo vital
En nuestro centro NARA Psicología
@lifespan integration
El pasado fin de semana (23 y 24 de septiembre)) se llevo a cabo el nivel 3 del ICV – Formación presencial Integración del ciclo vital
En nuestro centro NARA Psicología
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¿Conoces a alguien que no tenga redes sociales? Hoy en día prácticamente toda la población tiene, convirtiéndose en una parte integral de nuestras vidas. Su uso principalmente está extendido a adolescentes y jóvenes, pero también es una realidad que muchas personas adultas utilizan este tipo de redes.
Y es que a priori son una buena herramienta, nos abren una ventana al mundo y nos permite estar en conexión y comunicarnos con amigos/as, familiares y personas que se pueden encontrar a una gran distancia y con las que de otra manera no podríamos haber interactuado. De hecho, esto se hizo más notable durante la cuarentena, donde a pesar de tener la imposibilidad del contacto físico, sí que podíamos ponernos en contacto de manera digital, permitiendo así no sentirnos en soledad y tener más cerca a nuestros seres queridos.
Sin embargo, cada vez más estudios demuestran que este acceso constante y la incesante exposición a estas plataformas puede tener implicaciones negativas sobre nuestra salud mental.
La conexión digital y su impacto
Como hemos comentado, las redes sociales nos proporcionan una vía para para mantener conexión virtualmente, pero también pueden generar ansiedad y estrés. Esto es porque la constante necesidad de estar pendientes de la actualidad y de recibir likes y comentarios puede llevar a que nos comparemos socialmente con otras personas, generando así una sensación de inadecuación. Sintiendo presión por mostrar una versión idealizada de nuestras vidas, lo que puede hacer que aumente la ansiedad y la sensación de no estar a la altura de las expectativas. Además de esta presión por mantener una imagen perfecta, la exposición continua a contenido negativo y a los conflictos que se generan por la red puede contribuir al desarrollo de trastornos de ansiedad y depresión.
Al hilo de esto que estamos comentando, las redes sociales muestran una versión editada y filtrada de la realidad. Las personas comparten los aspectos más destacados de sus vidas pudiendo llevar a una percepción distorsionada de lo que es “normal” o alcanzable. Y ya no solo de sus vidas, también de su aspecto físico, subiendo fotos editadas que generan unos cánones físicos inalcanzables. Este hecho de ver solo partes idílicas de las vidas de las personas a través de las redes puede afectar negativamente a nuestra autoestima y confianza. Generando entre otras cosas problemas de autoimagen, ya que nos comparamos solo con esas representaciones idealizadas y fraccionadas de la realidad.
Cabe decir que aunque hemos hablado de la posibilidad que nos dan las redes sociales de estar conectados como algo positivo, también puede tener ciertas implicaciones negativas. Y es que puede tener un efecto perjudicial en nuestras relaciones cara a cara, ya que el exceso de nuestro tiempo invertido en línea puede disminuir la calidad de nuestras interacciones personales y afectar a nuestra habilidad para establecer relaciones significativas fuera del entorno digital.
Estrategias para un uso saludable de las redes sociales
Es por eso esencial que mantengamos un equilibrio saludable en el uso de las redes sociales para proteger así nuestra salud mental. Algunas estrategias que podemos poner en marcha para encontrar ese equilibrio incluyen establecer límites de tiempo, practicar la desconexión digital, fomentar relaciones fuera de línea y saber seleccionar nuestras conexiones online.
En definitiva, las redes sociales son herramientas poderosas que pueden influir significativamente en nuestra salud mental. Es por ello fundamental ser conscientes de cómo las utilizamos y cuál es su impacto en nuestra vida diaria. Mantener un equilibrio saludable y buscar apoyo profesional si es necesario es crucial para preservar nuestra salud mental en la era digital. En Nara Psicología, tenemos el compromiso de ayudarte a navegar por el mundo digital de manera saludable y equilibrada. Si sientes que las redes sociales están afectando tu bienestar emocional, no dudes en contactarnos te brindaremos el apoyo y las herramientas necesarias para proteger y mejorar tu salud mental en esta era digital.
Laura Pereda Calvo
Psicóloga en Nara Psicología
“Tengo ansiedad”, “qué estrés”, “no puedo con tanta ansiedad”. ¿Cuántas veces has oído algo así en la última semana? Me arriesgaría a decir que muchas. Puede que seas tú quien se identifica con estas frases o quizás una o varias personas de tu entorno. Lo que está claro es que cada vez es más habitual hablar u oír hablar sobre ansiedad.
Algunas personas notan síntomas físicos en el cuerpo como la sensación de agitación, nerviosismo, tensión, el aumento del ritmo cardiaco o de la respiración, temblores o sudoración; otras se encuentran con dificultades para conciliar el sueño o con problemas digestivos; otras no consiguen concentrarse o se bloquean… Señales que cada vez más habitualmente relacionamos con la ansiedad. Y si en algo suelen estar de acuerdo las personas que conviven con la ansiedad, es en el malestar y las molestias que les causan en su día a día y en el deseo que esta desaparezca. ¡Y aquí es dónde aparecen los famosos medicamentos!
Al igual que nos vamos acostumbrando a escuchar frases como “Tengo ansiedad”, “qué estrés”, “no puedo con tanta ansiedad”; estas cada vez van más unidas a otras del estilo “no sé qué haría sin mis pastillas”, “los medicamentos para la ansiedad son parte de mi día a día”, “necesito tomarme un ansiolítico”… Esto se debe a que cada vez es más habitual la medicalización de la vida, y más en concreto la medicalización del malestar emocional, que tiene más que ver con “estar o sentirse mal” que con una enfermedad concreta. Los conflictos en el trabajo, en casa, con nuestro entorno; nuestro ritmo de vida; las presiones sociales etc., problemas que tienen un origen social y muchas veces se manifiestan a través de la ansiedad pasan directamente a ser abordados de forma médica. Pero… ¿realmente estamos solucionando el origen del problema o simplemente estamos silenciando la alerta? Veámoslo con un ejemplo.
Imagínate que estás conduciendo tu coche por un camino estrecho donde hay baches, vegetación y rocas alrededor. El sensor de proximidad de tu coche estará continuamente pitando ya que detecta situaciones que pueden causar daños o poneros en peligro. Tú te cansas de tanto pitido y decides silenciar esa alerta. Ahora ya no sientes el malestar que te causaba el pitido, sin embargo, la situación adversa no ha desaparecido y ahora no eres tan consciente como antes de ello. Lo mismo pasa cuando sentimos ansiedad y tomamos un medicamento, el malestar desaparece, eso es cierto, pero la causa por la que se activó continúa y esto puede generar una falsa ilusión de que todo está solucionado; y esta ilusión a su vez nos puede hacer adquirir una actitud pasiva ante los problemas derivada de no sentir ya el malestar producido por la alarma que nos avisaba de ellos.
De aquí la importancia de intervenir desde un modelo biopsicosocial, donde se tenga en cuenta no solo la parte biológica sino también la psicológica y la social. Poder escuchar a la persona, pararnos a explorar su historia y ver la importancia que tiene para ella su contexto social y cultural. Con esta mirada más amplia podemos entender mejor qué es lo que estamos viviendo y dónde está el origen de la ansiedad, de esa alerta que viene a avisarnos de que algo no está funcionando bien en nuestra vida, y así, convertirnos en agentes activos de nuestro propio cambio.
Entendiendo que nos quiere decir nuestra ansiedad podemos aprender a gestionarla y en muchos casos no llegaremos a necesitar de la medicación para silenciarla. Y en el caso de necesitarla es importante que esta indicación venga de una persona profesional que conozca tu caso en profundidad y valore el uso de los medicamentos mientras trabajas el origen de la ansiedad.
¿Te has identificado con este artículo? ¿Tienes altos niveles de ansiedad y no sabes cómo gestionarlos?
Desde Nara Psicología podemos ayudarte a gestionar tu ansiedad mientras trabajamos sobre su origen para que puedas identificar y entender por qué está apareciendo. Para ello evaluamos de manera completa tu caso desde una perspectiva integral, para así poder acompañarte de la manera que mejor se adapte a tus necesidades, teniendo en cuenta que la medicación puede ser un recuso para algunos casos, pero no la solución definitiva a tu malestar.
Si quieres empezar a trabajar sobre tu ansiedad, no dudes en ponerte en contacto con nosotras.
Virginia Mayor Ortega
Psicóloga en Nara Psicología
Llega de nuevo septiembre y con él otra de estas épocas del año donde sentimos que empiezan nuevos ciclos. En este caso acaba el verano y vuelve la rutina con la famosa vuelta al cole. Durante estos momentos de empezar o retomar suelen surgir en nuestra cabeza diversas ideas sobre diferentes proyectos que quizás podemos comenzar, y una de ellas suele ser: ¿es mi momento para empezar a ir a terapia?
¿Te resulta familiar esta pregunta? ¿Aparece o ha aparecido por tu cabeza últimamente? Si es así, puede que ya tengas la respuesta y hayas decidido pedir cita para empezar tu propio proceso, puede que aún sientas dudas y no tengas clara tu decisión, o puede que sientas que aún no es tu momento.
En cualquiera de estos casos pueden surgir miedos o inquietudes. Por ello, desde Nara Psicología queremos ayudarte a tomar una decisión más consciente abordando algunos de los miedos o dudas que hayan podido aparecer.
Empezar un proceso terapéutico es una decisión muy importante que implica conectar con el malestar, reconocer que hay algo que no está funcionando, y que necesito ayuda para resolverlo. Así leído parece fácil, sin embargo, no lo es y puede despertarnos muchos miedos y dudas.
Primero, me atrevería a decir que a nadie nos gusta conectar con emociones desagradables y el malestar suele ir conectado a bastantes sensaciones de este tipo. Sin embargo, en terapia no lo harás en soledad, tu terapeuta te acompañará y te guiará durante el proceso para que de manera conjunta podáis ir gestionándolo.
Además, admitir que hay algo que no está funcionando es complicado y más cuando nos damos cuenta de que no podemos solucionarlo por nuestra cuenta. Cuando pedimos algo podemos sentir que el resultado ya no es tan valioso por tener que solicitarlo, o podemos sentirnos débiles por no poder resolverlo sin ayuda. Pero nada más lejos de la realidad, la respuesta va a seguir siendo valiosa porque va a darnos lo que buscábamos, y ser capaces de dar ese paso a pesar de nuestros miedos, nos hace valientes y nos acerca al bienestar.
Pero, ¿y si mi terapeuta me juzga? El espacio terapéutico es un entorno de seguridad donde tu terapeuta está para escucharte y aceptarte incondicionalmente. Aunque es importante que si no lo sientes así puedas comunicárselo para poder trabajar en ello.
O ¿si piensa que no tengo solución? El inicio de la terapia siempre consiste en un proceso de evaluación para conocer qué te está pasando y poder proponerte el trabajo más adecuado para ti. Si tu terapeuta ve que no puede ayudarte te lo comentará y te ayudará a buscar una persona que sí pueda hacerlo.
O ¿si no entiende mis creencias? Tus creencias son parte de ti, y tu terapeuta te aceptará sin evaluarlas ni juzgarlas, su trabajo consiste en acompañarte desde tu perspectiva vital.
Y si ¿no ha vivido lo que cuento? ¿Qué te preocupa de esto, quizás que no te entienda? Tus vivencias siempre van a ser únicas e independientes de las de otras personas, por lo que la clave reside en poder comprenderte y acompañarte desde tu propia experiencia, sin que otras formas de ver o vivir la realidad empañen lo que te pasa.
Estas son solo algunas de las dudas que pueden sobrevolar tu cabeza, en Nara Psicología creemos que los miedos y las dudas nos conectan con nuestro lado más humano, y afrontarlos nos llena de valentía. Si estás planteándote comenzar tu propio proceso terapéutico, en nuestro centro podemos acompañarte y acoger tus temores e inquietudes para que no supongan un obstáculo para tu proceso, mientras trabajamos en tu malestar.
Si decides empezar tu proceso terapéutico, no dudes en contactar con nosotras.
El pasado fin de semana (3 y 4 de junio) se llevo a cabo el nivel 2 del ICV – Formación presencial Integración del ciclo vital
en nuestro centro NARA Psicología
@lifespan integration
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El pasado sábado (20/05) se impartió el último módulo de la formación Psicoanálisis desde la perspectiva de género abordaje en psicoterapia
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