La soledad en tiempos de hiperconexión

La sociedad actual es, en apariencia, la sociedad mejor conectada que ha existido hasta el momento. Contamos con medios de transporte que nos acercan en horas a la otra punta del mundo, la información viaja a tiempo real, hay infinitas rutas de envío que además son exprés, tenemos los medios para comunicarnos con inmediatez con otras personas etc. y sin embargo, la soledad parece estar más presente que en cualquier otro tiempo donde no contábamos con estas facilidades. ¿Suena paradójico verdad?

 

Los medios que en apariencia han sido creados para conectarnos están consiguiendo el efecto contrario, parecen estar influyendo en desconectarnos más. La hiperconexión parece estar al servicio del individualismo en lugar de favorecer la colectividad. Pero, ¿por qué puede estar pasando esto?

Imagen sacada de Pixabay creada por CDD20

 

Hay dinámicas que naturalizamos en nuestro día a día que nos pueden ayudar a entender por qué la hiperconexión está favoreciendo la soledad.

Por un lado, el ciclo de la productividad. Con la conexión aparecen nuevas demandas, nuevos retos y nuevas maneras de afrontarlos. Pasamos tantas horas trabajando para intentar alcanzar las demandas de la producción bien para cumplir con las expectativas o simplemente para intentar mejorar nuestra calidad de vida; que este ciclo nos atrapa. En esta rueda la soledad aparece en la propia búsqueda donde dejamos de cooperar y compartir con otras personas en favor de la competitividad. Además, en los momentos donde la rueda se para, toda la energía invertida da lugar a la necesidad de descanso que parece que no nos permite conectar con personas o actividades importantes, ampliando más la desconexión y por tanto la soledad. Y esto no acaba aquí, porque esta desconexión puede generarnos también sentimientos de culpa por no poder dedicar tiempo a personas o actividades importantes, llevándonos en ocasiones a continuar moviéndonos en el ciclo de la productividad obligándonos a cumplir y convirtiendo momentos de disfrute en nuevas obligaciones. Parece agotador, ¿verdad?

 

Por otro lado, la facilidad de acceso a la información. El tener una mayor disponibilidad sumada a una mayor inmediatez nos lleva a buscar soporte o ayuda en lugar diferentes a donde lo hacíamos antes y nuestras redes sociales y de cooperación disminuyen. Esto hace que nuestra creatividad esté más apagada porque tendemos a buscar fuera respuestas y soluciones que antes intentábamos buscar dentro o construíamos colectivamente. Además, ponemos menos energía en conectar con otras personas por sentir que somos autosuficientes con el soporte de la hiperconexión. Y así, poco a poco, vamos desconectándonos física y emocionalmente como sociedad con las personas que nos rodean y de las actividades que nos enriquecen.

 

Si te identificas con este artículo, sientes que a pesar de vivir en una sociedad con gran capacidad para la hiperconexión, notas la soledad más que nunca y esto te está generando malestar. En Nara Psicología podemos acompañarte a transitar por la soledad y volver a vivir de una manera más conectada contigo y con las personas que te rodean.

 

Virginia Mayor Ortega

Psicoterapeuta en Nara Psicología

Necesitas ayuda?