Cada vez más personas están saliendo del armario de la no monogamia, aunque sigue siendo muy difícil dar ese paso. Actualmente seguimos teniendo establecido como norma que las relaciones afectivo-sexuales de media/larga duración, tienen que ser de pareja y que todo lo que se sale de esa norma, tiene que ver más bien con disfuncionalidades, problemas de apego o promiscuidad.
Lo cierto es que la realidad de las relaciones es mucho más amplia de lo que podamos imaginar y que hay tantos tipos de realidades como relaciones afectivas existen. Esto nos ofrece un encuadre mucho más flexible en el que se pueden construir relaciones perfectamente sanas y con un potencial de crecimiento mucho mayor, ya solo por la posibilidad de escucharte y hacer las cosas de una manera más cercana a lo que necesitas. Esta situación nos permite alejarnos de la obligación de repetir un patrón social y cultural con el cual podemos no sentirnos en sintonía.
Dentro del continuo de las no monogamias, podemos encontrar descritas en la literatura diferentes modos de establecerlas, respondiendo a nuestra necesidad de dar nombre y contexto a lo que hacemos y de pertenecer a un grupo, sobre todo cuando pertenecemos a un colectivo minoritario en la sociedad. Dentro de estas maneras de nombrar podemos encontrar las triejas, las relaciones abiertas, el poliamor, la anarquía relacional… y muchas más que se irán describiendo cuando se vaya expandiendo la idea de que este tipo de relaciones son posibles si encuentras en ti ese deseo y/o esa necesidad.
Este texto no pretende sugerir que la tendencia de la sociedad sea a que desaparezcan las relaciones de pareja monógamas. Habrá personas que elijan este estilo de relación dentro de las diferentes posibilidades, porque conecten más con ellos/as/es y se sientan libremente a gusto dentro de una relación de este tipo. La propuesta es que nos planteemos la posibilidad de construir un mundo en el que podamos elegir qué tipo de relación queremos tener sin que haya un juicio de valor por ello y sin que todo esté construido para que las relaciones no monógamas sientan que no tienen cabida.
Los aspectos que son importantes para que las relaciones sean sanas y constructivas para sus miembros, se pueden aplicar a todo tipo de relaciones, monógamas o no. La comunicación asertiva, la responsabilidad afectiva y emocional, la búsqueda de acuerdos en los conflictos, el respecto por la/s otra/s persona/s… Esta es parte de la receta para que las relaciones estén ricas, sabrosas, no se nos atraganten y nos ofrezcan todos los nutrientes que necesitamos en este aspecto.
Si no encontráis la manera de elaborar esta receta, os falta algún ingrediente esencial, se os está atragantando el plato o los análisis han salido con falta de nutrientes, os animo a acudir a terapia (de pareja, trieja, poliamorosa, anárquica relacional…). En Nara Psicología os acompañamos en este proceso con una mirada amplia y flexible en la que caben todo tipo de relaciones siempre que no haya violencia de género.
Inés Alonso Apausa.
Psicoterapeuta en Nara Psicología.
