¿QUIERO SER MADRE?

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¿Alguna vez te has hecho esta pregunta? Bien, quizás te sorprenda o quizás no, pero muchas mujeres se hacen la misma pregunta que tú. Muchas mujeres dudan de si realmente quieren ser madres. Y… ¿Por qué pasa esto? Porque, aunque algunas se respondan a sí mismas que sí, y otras no se identifiquen con este deseo, todas ellas se han visto influidas por la idea de maternidad que es transmitida socialmente.

La maternidad, como cualquier otro concepto, cuenta con una definición socialmente construida que ha ido evolucionando y transformándose a lo largo de los años y que ha llegado a nuestros días en este tipo de mensajes: “Ser madre es la mejor experiencia que vas a vivir”, “¿Cuándo vas a ser madre? Se te va a pasar el arroz”, “El parto es un dolor que merece la pena vivir” Pero… ¿Qué estamos transmitiendo con estos comentarios? Estamos asumiendo que ser madre es un acontecimiento vital maravilloso y que por tener la capacidad biológica de concebir debemos hacerlo. Por ello, ser madre pasa a ser igual que ser mujer (madre=mujer), y la identidad femenina queda directamente ligada a la maternidad.

¿Y qué pasa si no quiero ser madre? ¿O si he decidido serlo, pero mi experiencia no se parece a lo que me dicen que “debería” sentir? Aquí suele aparecer el malestar, un malestar que muchas veces se vive en soledad y queda invisibilizado tras la idealización de la maternidad.

Aquellas mujeres que deciden no ser madres suelen quedar expuestas a un juicio social donde se opina sobre su desarrollo personal, sus intereses e incluso sus deseos sexuales o reproductivos. Y las que eligen serlo, pero durante este proceso piensan, sienten o viven realidades que, a pesar de ser muy comunes en esta experiencia, no son las esperadas de una madre o ni ellas mismas esperaban tener, probablemente no lleguen nunca a verbalizarlas.

Como consecuencia la complejidad de la maternidad y el maternaje sigue oculta en el interior de cada mujer, pudiendo convertir en experiencias aisladas y en sufrimiento lo que en realidad es más común de lo que pensamos.

¿Te has sentido identificada a lo largo de este artículo? ¿No tienes claro si ser madre o tu maternidad no está siendo como te contaron?

En Nara Psicología creemos que no existe una forma única ni buena de ser mujer ni madre, por lo que para nosotras es importante tener en cuenta tu individualidad y acompañarte en la elección de tu plan de vida. En nuestro centro podemos acompañarte en tu malestar, podemos construir junto a ti tu propia narrativa sobre la maternidad, aquella con la que te identifiques y que tenga en cuenta quién eres.

Si quieres empezar tu proceso, no dudes en ponerte en contacto con nosotras.

 

Virginia Mayor Ortega

Psicóloga en Nara Psicología

 

 

 

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