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¿Qué me compro?

Se acerca el Black Friday y como ocurre desde hace años, se espera una oleada de consumo. Sin ir más lejos, en 2017 el gasto medio en España fue de 103,02€.  Ahora bien, ¿qué ocurre cuando compramos?

Muchas veces lo que buscamos tras la mayoría de objetos materiales, son las emociones asociadas a su llegada, y no el objeto en sí mismo. No hay más que pararse a pensar en cómo nos hacen sentir los cerca de 3.000 impactos publicitarios que recibimos a diario. Ya sea porque se asocian al éxito, a la tranquilidad, la belleza, el sexo o la riqueza, estas ideas son las que anidan en nuestro interior y buscan ser satisfechas.

Cuando llegamos a casa y abrimos nuestra nueva adquisición, o la empresa de mensajería llama a nuestro timbre, la ilusión comienza a desmoronarse. La felicidad que ansiamos comienza a desvanecerse poco después de quitar el envoltorio y en poco tiempo comenzamos a sentir insatisfacción. Así, sentimos la necesidad de suplir ese nuevo vacío con la siguiente compra.

¿Qué podemos hacer?
  1. Vive experiencias con las personas que quieres en lugar de comprar algo que acabará en el cajón.
  2. Regala cosas hechas por ti: desarrollarás tu creatividad, reducirás la huella ecológica y será algo único y personal.
  3. Toma un tiempo para escucharte: Reflexiona sobre cuales son realmente tus necesidades y tus deseos. No te pongas parches que te hacen más infeliz a la larga.
  4. Cultiva las satisfacciones a medio y largo plazo: aficiones, amistades, aprendizajes, crecimiento personal… tendrás una vida más plena y menos plana.
  5. Compra con cabeza en base a tus necesidades, y si puede ser, local y sostenible.

“Consumo, sociedad de: Prodigioso envase lleno de nada. Invención de alto valor científico, que permite suprimir las necesidades reales, mediante la oportuna imposición de necesidades artificiales” – Eduardo Galeano.

 

Autor: Jacobo Blanco

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