Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

SEXUALIDAD Y DIVERSIDAD FUNCIONAL DESDE EL ENFOQUE DE GÉNERO

¿Hay una sexualidad única? o por el contrario ¿la sexualidad es diversa?

Podríamos decir que hay tantas sexualidades como personas existen y que cada una de nosotras/os vivimos la sexualidad de forma única. Sin embargo, a las personas con diversidad funcional se les infantiliza, o se trata su sexualidad desde polos opuestos, es decir, se las percibe como personas asexuadas o personas hipersexualizadas con falta de control. Desde la sociedad tampoco se les reconoce su sexualidad y no se les ofrece la oportunidad de que la puedan desarrollar. Hay que recordar que la Organización Mundial de la Salud defiende que todos los seres humanos tenemos derecho a vivir una sexualidad sana, libre y responsable. Por todos estos motivos nos ponemos en contacto desde Nara Psicología con Sexualidades Diversas cuyo trabajo es facilitar espacios de “educación sexual para todas las etapas de la vida de las personas con discapacidad y parálisis cerebral, para sus familias y profesionales significativos en su entorno”[1].

Susana Verneuil Soto, diplomada en educación especial y colaboradora del proyecto Sexualidades Diversas junto a Sandra Candelas, psicóloga y sexóloga, nos responderá a unas preguntas sobre sexualidad, diversidad funcional con perspectiva de género y desde el enfoque del “Hecho Sexual Humano”, este último “nos otorga a todas las personas la oportunidad para conocernos, aceptarnos y disfrutarnos de acuerdo con una vivencia única de nuestra sexualidad”[i].

  1. ¿Cómo surgió la idea de Sexualidades Diversas?

El trabajo sobre sexualidad y diversidad funcional lo comenzamos y yo como trabajo final de un curso en el que nos pedían elaborar una Investigación y Acción Participativa (IAP). Trabajamos durante más de un año con un grupo mixto de 15 personas con diversidad entre los 18 y 29 años. También trabajamos con sus familiares. Una de las características que tenían todos/as los/as participantes era que tenían parálisis cerebral o discapacidades afines. En la mayoría de los casos, sin discapacidad intelectual.

  1. ¿Qué conclusiones sacasteis de esta primera evaluación?

En un primer momento de evaluación, a través de varias entrevistas, sacamos las siguientes conclusiones: mucho desconocimiento sobre la sexualidad y pocos espacios en los que aprender sobre ello, bien por ser tratados/as de manera infantil, bien por tener menos espacios de socialización y por lo tanto, la familia, es el único espacio en el que hablar de estos temas. Estas, no son siempre receptivas, no están formadas y tienen muchos miedos. También las charlas en los institutos o asociaciones se enfocaban en la prevención de las infecciones de trasmisión genital y no había espacio para el deseo y el placer.

También detectamos mucha necesidad de apoyo para acceder a su propio cuerpo, tanto de manera individual como en pareja (cuando ambos miembros tienen diversidad) y muchas diferencias en cuanto a las necesidades entre hombres y mujeres.

  1. ¿Nos puedes contar un poco más sobre la investigación?

A lo largo de la investigación, fuimos realizando talleres en los que proponíamos a través de dinámicas que los/as propios/as participantes fueran identificando sus necesidades, puntos fuertes, apoyos, deseos, curiosidades…dividimos el abordaje de la sexualidad en sexo/sexualidad que abarcaba autoestima, habilidades sociales, conocimiento de uno mismo, intereses, autodeterminación y deseo/amatoria que se relacionaba con el placer, relación con el otro y con uno mismo.

Estos mismos temas fueron abordados con las familias.

  1. ¿Qué tema llamó más la atención a las/os participantes?

Uno de los grandes temas fue el placer y el deseo. Muchas de las participantes de la IAP tenían grandes dificultades para poder acceder a su propio cuerpo, bien por las dificultades físicas así como por los escasos momentos de intimidad que tienen a lo largo del día. Además, en muchos casos, el acceso de otras personas a su cuerpo, las convierte en sujetos pasivos que reciben todo tipo de cuidados. Como era de esperar, el tema de la asistencia sexual fue un tema recurrente y lejos de ser controvertido, se observó que era una necesidad para muchas personas.

  1. ¿Qué diferencia pudisteis observar teniendo en cuenta el género de las/os participantes?

Lejos de querer entrar en un debate sobre la legitimidad o la moralidad de la asistencia sexual y poniendo el énfasis en los temas que salieron en la investigación, muchos de los participantes hombres reivindicaban el placer como un derecho. Esta misma reivindicación no era expresada de la misma manera por las participantes mujeres. No es relevante las conclusiones que podemos sacar con un grupo tan reducido de personas, pero desde luego fue muy interesante observar cómo los hombres (en la mayoría de los casos heterosexuales) pedían la asistencia de una mujer, mientras que en el caso de las mujeres (también en la mayoría de casos se identificaban como heterosexuales), preferían que esta asistencia fuera llevada a cabo por otra mujer.

  1. ¿Qué otros datos importantes encontrasteis?

El sexo y la primera relación sexual, no tiene por qué conllevar la penetración. Los/as participantes pueden haber vivido momentos muy íntimos pero la espasticidad en muchos casos, imposibilita esta acción. En otros casos, la falta de sensibilidad en los genitales, hace que la penetración no sea un medio para obtener placer.

También encontramos que la falta de referentes y la invisibilización de la sexualidad y el placer de las personas con diversidad se podrían relacionar con una falta de imaginario sobre relaciones entre personas con diversidad o parejas que tienen y no tienen diversidad. Sus demandas o deseos en muchos casos están romantizados o sesgados por la realidad de personas que no tienen diversidad.

Asimismo, hay una falta de objetos sexuales adaptados a las necesidades físicas de usuarios/as con diversidad (no hay juguetes sexuales adaptados ni con formas de acceso que les posibiliten tener autonomía).

La gran mayoría de participantes también identificó que se relacionan en círculos muy pequeños por lo que se encuentran siempre con las mismas personas. Les gustaría conocer a personas nuevas en otros espacios.

  1. ¿Cuáles son las necesidades de las familias?

Las familias muestran interés a la par que desconocimiento por este tema. En la mayoría de los casos expresan miedo así como necesidad de orientación y asesoramiento para abordar las necesidades de sus hijos e hijas.

  1. El proyecto está empezando, ¿cómo queréis continuarlo?

El proyecto de la IAP empezó en 2013 y después de varios años en los que pudimos hacer el diagnóstico de la situación en la que se encontraban y abordar sus necesidades y deseos, así como llevar a cabo un curso específico para la formación de Promotores /as Comunitarios de Sexualidad y Diversidad en colaboración con el Grupo de Acción Comunitaria (GAC), hemos vuelto a querer retomar este proyecto tan bonito.

Ahora mismo, a través de Fundación Ana Valdivia y la asociación Andecha hemos retomado este proyecto con idea de darle más continuidad. Estamos en proceso de desarrollar la página web de Sexualidades Diversas y con la idea de poder seguir llevando a cabo talleres de sexualidad con grupos de personas interesadas sobre temas específicos (juegos eróticos, placer, menstruación) u otros más generales sobre la sexualidad. La web tiene como objetivo visibilizar, formar y acompañar el desarrollo de la sexualidad de las personas con diversidad funcional para que la vivan de forma libre y única. Trabajaremos de manera individual y grupal con las personas con discapacidad, pero también ofreceremos servicios de apoyo y asesoramiento a familias y profesionales de recursos. También contaremos con el apoyo de diferentes profesionales para poder dar soluciones integrales y prácticas.

 

Paloma García Bas

Psicóloga Sanitaria M-35674 de Nara Psicología

 

[1] https://sexualidadesdiversas.org/#

[i]  https://sexualidadesdiversas.org/#

(Picture: Ella Byworth for Metro.co.uk)

Necesitas ayuda?